En una boda tradicional china, cuando la novia baja del palanquín, las casamenteras la cubren con una sombrilla de color rojo para ahuyentar los malos espíritus.
En las bodas tradicionales japonesas también se cubre a la novia con un parasol rojo y esta costumbre también está presente en las bodas tradicionales de las islas Ryukyu.
En la sociedad hakka de la antigüedad, cuando se casaban las mujeres hakka, como las palabras para «hijo» y «papel» eran homófonas en el habla hakka, entregaban dos parasoles de papel aceite como dote, uno de los cuales llevaba escrita la Dicha 早 生 贵子 (chino simplificado: 早 生 贵子, pinyin: zǎoshēng guìzǐ, traducida al español: «parir pronto un hijo»).
No se sabe con certeza cuando aparecieron los parasoles, pero en tiempos de la dinastía Tang ya habían llegado a Japón y Corea.
En numerosas obras literarias como la Leyenda de la Serpiente Blanca también se pueden encontrar referencias a los parasoles.