A continuación se coloca el material base (chapa nº 1), sobre el cual se va a explosionar y se le colocan unas pequeñas pletinas de metal en forma de L, distribuidas por toda la superficie, con la única función de dejar una separación conocida y uniforme entre ambos materiales (chapa nº 1 y chapa nº 2).Después se coloca un pequeño cerco alrededor de esta "construcción", de forma que al colocar el polvo explosivo sobre la chapa nº 2 quede distribuido por todos los puntos incluidos los bordes y no se caiga.Al realizar la detonación, la onda expansiva aprieta una chapa contra la otra creando una "ola" que recorre todo el material.Debido a este efecto, todas las pletinas así como la suciedad son expulsadas y con el calor generado por la explosión, los materiales quedan unidos entre sí.Con este tipo de soldadura la dilución y las ZAT (zona afectada térmicamente) son mínimas.