Soberano (moneda británica)

Acuñada desde 1817, originalmente era una moneda en circulación aceptada tanto en el Reino Unido como en otras partes del mundo, y más tarde se convirtió en una moneda de inversión y de colección.

Su diseño más característico es la efigie del monarca en el anverso, y san Jorge luchando contra un dragón en el reverso, con las iniciales b p a la derecha de la fecha, que corresponden al diseñador Benedetto Pistrucci.

[2]​ El soberano inglés fue la primera moneda en fijar su valor en una libra esterlina,[3]​ y continuó su acuñación en nombre de diferentes monarcas a lo largo del siglo XVI, aunque con algunas variaciones en la ley y el tamaño.

Jacobo I puso en circulación un soberano a su nombre cuando ascendió al trono inglés en 1603.

Esta moneda no tenía una denominación especial al comienzo, pero con el paso del tiempo comenzó a conocerse como «guinea», en referencia al origen del oro con el que era acuñada.

Pistrucci aceptó el encargo y produjo un camafeo,[15]​ tomando como modelo de la imagen del santo a un camarero italiano del Hotel Brunet en Leicester Square, donde Pistrucci había residido desde su llegada a Londres.

[18]​[19]​ Creó una cabeza en jaspe del rey Jorge III, para ser utilizada como modelo para soberanos y para monedas de plata más pequeñas.

También fue en esta ocasión que se colocó la espada en la mano del santo en lugar de la lanza rota, así como el cabello detrás del yelmo, además de afinar ligeramente el manto.

[32]​ El diseño del anverso de Jorge IV presentaba la cabeza laureada del monarca, y estaba basada en el busto que había realizado Pistrucci para la medalla conmemorativa de la coronación.

Estos reversos se utilizaron de forma invariable cada año hasta la muerte del rey en 1837.

Esta dispersión fue impulsada por el gobierno británico, que vio en los soberanos un instrumento para sus ambiciones imperialistas.

No obstante, el oro es un metal blando y la intensa circulación los estaba deteriorando.

En 1838, cuando el gran legado del acaudalado James Smithson se convirtió en oro en preparación para llevarlo a Estados Unidos, como lo había dejado dispuesto, las autoridades estadounidenses solicitaron soberanos recién acuñados, para evitar que estas monedas tuvieran menos contenido en oro debido al desgaste causado por la circulación.

Así, para impulsar la reputación del soberano en el comercio, el Banco de Inglaterra emprendió un programa de reacuñación, al fundir monedas ligeras y utilizar ese oro para acuñar nuevos soberanos con peso legal.

Con esto, no solo se le devolvió a los soberanos su peso y valor estándar, sino que al mismo tiempo puso fin a las ya escasas guineas que permanecían en circulación.

Joseph Conrad, en sus novelas ambientadas en América Latina, se refiere en varias ocasiones a capitanes de barco que acumulan sus ahorros en soberanos.

Aunque muchas de estas monedas eran fundidas cuando llegaban a tierras extranjeras —como las del legado del Instituto Smithsoniano—, también era una moneda que circulaba en decenas de colonias británicas e incluso en Brasil y Portugal.

[52]​ En cuanto al anverso, el retrato juvenil de la reina diseñada por Wyon se utilizó en los soberanos acuñados entre 1838 y 1887, cuando se reemplazó por el denominado «retrato del jubileo», obra del medallista vienés Joseph Boehm.

[56]​ Al principio estas monedas no tenían curso legal fuera de Australia, ya que existían sospechas sobre su diseño y el color claro del oro utilizado en su acuñación —debido a un mayor porcentaje de plata en la aleación—, pero después de 1866 los soberanos australianos pasaron tener el mismo reconocimiento que los acuñados en Londres.

Posiblemente esté destinado a mantener en el futuro esa misma posición internacional, como tuvo durante siglos, en los tiempos del patrón plata, el real de a ocho de México».

[69]​ Pero el cambio del oro al papel no satisfizo a todos: J. J. Cullimore Allen, en su libro sobre soberanos publicado en 1965, recuerda haber recibido su primer pago después del cambio a billetes y cómo los trabajadores dudaban y pedían que les pagaran en oro, hasta que el propio Allen cambió por papel moneda cinco soberanos de su propio bolsillo, y los trabajadores no hicieron más objeciones.

En 1925 el canciller Winston Churchill consiguió la aprobación de la Ley del patrón oro de 1925, que restauró ese patrón al Reino Unido, aunque con el oro para mantenerlo en reserva y no para ser utilizado en circulación.

[73]​[74]​ En el momento en que Eduardo VIII subió al trono en 1936, los soberanos ya no se emitían para circulación, sino solo como parte de la serie anual para conmemorar su coronación.

A continuación, se llevó a cabo una persecución judicial de estas prácticas, proceso en el que sus defensores alegaron que podían ser falsificados por no ser de curso legal.

[79]​ Una vez más, los soberanos se emitieron en 1953, año de la coronación de Isabel II, y muestran en su anverso el retrato real diseñado por Mary Gillick, aunque solo unas pocas piezas fueron acuñadas, las que se destinaron para su exhibición en los principales museos.

[83]​ La presencia del soberano en la cultura popular continuó: en la novela de 1957 Desde Rusia con amor, de Ian Fleming, el personaje Q le da a James Bond un maletín que contiene 50 soberanos, que luego usa para distraer al villano cuando lo amenaza con una pistola.

Los soberanos como moneda de inversión comenzaron a emitirse nuevamente en el año 2000, y se han acuñado así desde entonces.

[93]​[94]​ En 2017 se descubrió una colección de 633 soberanos y 280 medios soberanos que habían sido atesorados dentro de un piano vertical que había sido donado a un colegio comunitario en Shropshire, Inglaterra.

[101]​ Las casas de subastas, al igual que los comerciantes especializados, negocian con soberanos con fechas tempranas.

[104]​ En Londres se acuñaron pocos soberanos de 1879, y los que quedan suelen estar gastados.

Soberano del Reino de Inglaterra de María I . Ca. 1585-1587.
Billete de una libra emitido en 1814 por el Gloucester Old Bank .
Soberano de 1817, con la efigie de Jorge III .
Boceto original de Pistrucci para el soberano.
Soberano de Jorge IV de 1821, con el diseño de san Jorge y el dragón.
Soberano de Jorge IV de 1828, con el diseño del escudo del Reino Unido.
Soberano de 1842, con el escudo en el reverso.
Detector de soberanos falsos, con pesas de uno y de medio soberano.
«Libra de Adelaida » de 1852. Contiene 8,75 g de oro y pesa 0,2580 onzas .
Soberano de 1857, de la ceca de Sídney .
Cartel de la Primera Guerra Mundial que utiliza la imagen de un soberano para animar a contribuir a los gastos de la guerra.
Reverso del soberano de 2020.