Sistema electoral mayoritario

Dependiendo del modo en que se formalice el recuento de los votos, el sistema electoral será mayoritario o proporcional.

Este tipo de sistema electoral es el más sencillo y ya se usaba en la Edad Media para elegir a cargos eclesiásticos.

El votante puede no reparar en los nombres de los candidatos y elegir solo el color que identifica al partido; incluso puede influir el orden alfabético de la lista, ya que algunos votantes tienden a votar a los primeros.

Para la 2.ª vuelta, se hacen alianzas de afinidad ideológica de forma que se retira el candidato peor situado para que sus votantes ejerzan el voto útil en la segunda vuelta al mejor situado del espectro ideológico.

Esto provoca que el sistema se configure con un multipartidismo atemperado por las alianzas de las segundas vueltas.

En países sociológicamente homogéneos esto no representa grandes problemas, pero sí puede serlo en estados con cierta fragmentación social, como puede ser el caso de España.