Esta temporada fue la primera en incluir un torneo femenino completo de carácter oficial y paralelo en su programación, la cual reunió a las selecciones nacionales de cuatro países sudamericanos: Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
[2][3] El cordobés Joaquín Paz anotó tres tries para Buenos Aires en la final y fue elegido como el mejor jugador del torneo.
Los grupos, tradicionalmente, son organizados de acuerdo a la posición final que cada equipo obtuvo en la edición anterior.
En este caso, 1° al 7° se les debían asignar las zonas A a la G en orden; del 8° al 14° se les asignaría el orden alterno (de la G a la A) y así sucesivamente con los equipos restantes, mientras que los equipos que no participaron de la edición anterior (en este caso, Chile, Paraguay y Perú) se les asignaban las últimas posiciones.
[12] Los equipos restantes jugaron partidos de posicionamiento a para definir su clasificación final.