Sus obras a menudo muestran una intensa acción, entrelazada con el dilema moral de conservar la humanidad y sobrevivir al mismo tiempo.
Serguéi Lukiánenko nació en Karatau, Kazajistán, que entonces formaba parte de la Unión Soviética.
Había comenzado a escribir cuando era estudiante y retomó su labor literaria para ganar dinero.
Durante esta época se había convertido en un miembro activo de los aficionados rusos a la literatura y la ciencia ficción, asistiendo a convenciones y seminarios por toda la Unión Soviética.
El autor a menudo atribuye el tono pesimista de sus obras al período en que se encontraba en dificultades financieras y personales.
La ciencia ficción era una apuesta arriesgada en la Unión Soviética, un género sometido al capricho de la censura y a menudo considerada como una herramienta política y no como género literario, aunque no obstante en ocasiones el estado permitía la celebración de seminarios literarios.
Estas obras como la novela El Octavo Color del Arco Iris donde trata los temas de la llegada a la madurez, la lealtad y la amistad, con protagonistas adolescentes.
También contribuyó su estilo personal que combinaba tramas complejas pero atractivas con acción concentrada.
En su nuevo hogar comenzó a realizar experimentos literarios como la ucronía de temática religiosa Buscadores del Cielo.
Finalmente rompió con su carrera literaria anterior con la novela Guardianes de la Noche (Nochnói Dozor), regresando al género fantástico, que ya había tocado previamente, pero en el que no se había aventurado de forma seria.
En muchos de estos proyectos Lukiánenko ha trabajado como guionista y consultor.
Otras traducciones europeas y asiáticas han aparecido en los dos últimos años, en su mayor parte debido al éxito de las películas.
Aunque sus historias a menudo se desarrollan en ambientes duros y pesimistas, Lukiánenko es un escritor humanista.
En mayo del año 2000 Borís Strugatski se refirió a sus obras como "la bondad con puños, los intentos torturados de los héroes por seguir siendo buenos mientras siguen siendo fuertes", "Este es el tema que subyace en Lukiánenko: cómo conservar tu bondad en el mundo del mal cuando eres fuerte y estás armado."
Serguéi Lukiánenko también se ha mostrado muy crítico con el nacionalismo ucraniano y el movimiento Euromaidan, afirmando que provocaría una "ucranización forzosa" de la población, que considera un "crimen tan grave como un cambio de sexo forzado".
[6] En el año 2014 aplaudió la intervención militar rusa en Crimea y su anexión a Rusia.