Secretario del rey

Los secretarios del rey con ejercicio componían en España una clase distinguida de la real casa cuya dignidad recaía en los caballeros oficiales de las secretarías de estado y del despacho por nombramiento particular del rey, que lo hacía en fuerza de decreto señalado de su mano, dirigido a la cámara de Castilla, por cuyo supremo tribunal se despachaba el título a los agraciados.

El número variaba según las secretarías y esta dignidad recaía por derecho propio en los más antiguos de cada secretaría.

Según las leyes de partida, los secretarios debían ser hombres entendidos, leales, reservados e hidalgos.

Está a su cargo la custodia del sello real: juraban servir al rey bien y fielmente y decirle cuanto entendieran conveniente a su servicio, de palabra y si no, por escrito.

Mediaban entre el Consejo de Castilla y el rey.