Julia de Cartago

Al pasar junto a la isla de Córcega se detuvo la embarcación para tomar provisiones.Julia descendió a tierra junto con la tripulación, en el preciso momento en que se celebraba una fiesta en honor de una divinidad pagana, pero se negó a tomar parte en la ceremonia.Cuando Genserico tomó la ciudad, en 439, la joven fue vendida como esclava a Eusebio, un mercader pagano originario de Siria.Julia llevó una vida ejemplar y supo servir con tanto esmero a su amo, que éste la llevó consigo en un viaje que hizo a las Galias para vender productos del oriente.Félix le habría ofrecido cuatro de sus mejores esclavas a cambio de Julia, pero Eusebio replicó: “Todas vuestras posesiones no valen los servicios que ella me presta”.