Rubén Ruiz Díaz

En ese año se fue a la Argentina para jugar en Talleres de Córdoba.

En 1992 se fue a México para jugar en el Monterrey, en donde sus grandes cualidades le valieron ser reconocido como uno de los mejores en la historia del Fútbol Mexicano.

En ese año regresó a la Argentina para jugar en Estudiantes de La Plata.

En 2000 regresó a Talleres de Córdoba, jugando en ese club hasta el año 2002.

Otros logros obtenidos como el mandamás del coloso del Barrio Santísima Trinidad fueron: consolidar a la institución en la Primera División de Paraguay, obtener una base sólida en las divisiones formativas (resultado que se puede ver en las últimas convocatorias de las selecciones juveniles de Paraguay), y la remodelación, ampliación e iluminación en el Estadio La Arboleda y sede social del club.