Rosina Storchio

Renombrada en su patria por su actuación vivaz y presencia escénica, poseía una voz pequeña que se deterioró prematuramente, provocando su retirada a los 51 años.

Su última representación fue como Cio-Cio San en Madama Butterfly, en Barcelona en 1923 (había cantado esta parte en el estreno de la obra, en La Scala, en 1904).

Storchio murió en Milán cerca del final de Segunda Guerra Mundial.

Estos registros (reeditados desde entonces en CD) incluyen extractos de óperas veristas —el repertorio con qué fue más estrechamente asociada.

En cualquier caso, también apareció en los escenarios en unas cuantas óperas francesas y obras de Verdi, particularmente en Falstaff.