Inició su carrera deportiva en el Torino Football Club con el que jugó durante tres años, convirtiéndose en un punto fijo del equipo en la temporada 1957-1958, disputando todos los partidos de la Liga.
Formó pareja con Giacomo Bulgarelli en el centro del campo y se convirtió en titular inamovible.
Recién durante su estancia en Bolonia recibió la convocatoria a la selección nacional para el Mundial de 1966, en la que disputó un partido.
En 1968-1969 se trasladó a la Associazione Calcio Milan y permaneció aquí durante dos temporadas.
Tras algunas experiencias fallidas, como la del Livorno en la temporada 1984-1985, volvió al protagonismo en la Serie C1 con el Siena, en la que obtuvo buenos resultados pero no ascenso.