Para colocar un rodapié, hay que medir la tira y señalar los puntos por donde se harán los cortes.Antes de fijarlos, es conveniente presentar los rodapiés en toda la habitación para ver si encajan perfectamente y corregir las posibles irregularidades.Dependiendo del material en que esté construida la pared se fijarán a la misma con tacos o tornillos.[3] Si el rodapié es de madera no tratada puede ser atacado por la polilla, en cuyo caso es necesario sustituir el tramo afectado.Sin embargo, el deterioro más habitual se produce a causa de golpes o rozaduras.