En ese momento, aparece George Washington Duke (Richard Gant), un extravagante y ostentoso promotor, el cual se presenta para proponerle a Rocky que combata contra su pupilo, Union Cane, en Tokio.
Ante la fatídica situación, Rocky decide que la única solución para recuperar su dinero es volver a boxear.
Duke se presenta de nuevo ante Rocky para volver a ofrecerle un combate contra Cane para que así pueda recuperar su antigua vida, afirmando que con sus contactos puede conseguirle una licencia para boxear pese a sus informes médicos desfavorables.
Esto es seguido de cerca por George Washington Duke, el cual no renuncia a conseguir su combate con Balboa.
Bajo los auspicios de Duke, Tommy Gunn se convierte en el nuevo campeón de los pesos pesados, noqueando a Union Cane en el primer asalto usando las tácticas que Rocky le había enseñado.
En la conferencia de prensa posterior al combate, los periodistas comienzan a acosar e incluso insultar a Tommy, afirmando que él nunca será un gran campeón como Rocky y que Cane era un fraude.
Rodeado por Adrianne, su hijo, Paulie y todo el barrio, Rocky regresa a casa.
Se abandonó la fórmula habitual de las anteriores secuelas, y el público no aceptó estos cambios.