Es redactor jefe de The Lancet, revista médica con sede en el Reino Unido.
En 2005 escribió «Doctors in society: medical professionalism in a changing world», un estudio sobre el futuro de la profesión médica para el Real Colegio de Médicos.
[2][3] Al terminar su primera formación en Medicina en Birmingham entró en la unidad hepática del Royal Free Hospital de Londres.
Además ha conseguido expresarse con toda franqueza y conservar el respeto de la comunidad médica mundial.
Pocos días después de la movilización promovida por el movimiento activista Rebelión o Extinción, Horton afirmó en un vídeo que los profesionales de la salud debían participar directamente.
[21] Con todo, hay grupos que critican a Horton por haber contribuido, al retrasar doce años la retirada del artículo, a la impresionante caída actual en la vacunación de niños en Europa y América, que causa epidemias y muertes.
[23][24][25] En una entrevista en The Guardian, Horton aseguró que lamentaba profundamente haber tardado tanto en retirar el artículo de Wakefield, y que había manifestado públicamente en varias ocasiones su pesar.
[27][28] El artículo indignó a Sally Clark, abogada que había sido víctima de un grave error judicial.
[29] Como consecuencia de todo ello, Sally Clark pasó tres años en la cárcel hasta que ganó el segundo recurso contra su condena.
Su marido escribió una carta a The Lancet refutando las muchas inexactitudes de Horton y sus parciales opiniones y para impedir que influyeran en los observadores independientes.
James Le Fanu, médico y escritor, también envió una carta a The Lancet en el mismo número describiendo las palabras de Horton como «perjudiciales» (mischief).
[30] El matrimonio Clark hizo una declaración refutando con hechos probados uno por uno todos los argumentos que constituían el sesgado apoyo de Horton a Meadow.
[33] Clark pasó más de tres años en la cárcel hasta que ganó el segundo recurso contra su condena.
La acusación, la condena y las penalidades en la cárcel, donde sufrió la hostilidad de las demás reclusas por haber matado a dos hijos lactantes, ser abogada e hija de policía,[34] afectaron psíquicamente a Sally Clark, que murió en 2007 por intoxicación etílica.
Algunos partidarios de la invasión rechazaron esta cifra, porque consideraban incorrecto el método empleado para llegar a ella.
[40] Por otro lado, la apoyaban algunos periódicos y expertos estadísticos, mientras que otros expertos en ese campo la consideraban probablemente demasiado elevada,[41] y pensaban que los autores habían malinterpretado sus propias cifras.
[47] Sin embargo, posteriormente, Horton fue a Israel a visitar el Centro Médico Rambam y dijo que sentía profundamente la polarización completamente innecesaria que la publicación de la carta de Paola Manduca había causado.
Que el clarísimo intento de ocultar una mezquina diatriba política, sustancialmente partidista y mendaz, tras un inocente llamamiento humanitario no era digno de aparecer en ninguna publicación seria y menos aún en una revista médica profesional, y que el publicar dicho llamamiento hubiera sido una vergüenza incluso para la más vil prensa amarilla.
[51][52][53][54] El 7 de marzo, Horton ya estaba apelando al Gobierno del Reino Unido para que actuase más resueltamente.
[65] Desde 2008 ha colaborado estrechamente con expertos médicos y cargos públicos chinos del área de la atención sanitaria.
[67] Al año siguiente recibió la Medalla Edwin Chadwick por su trabajo en el terreno de la salud pública.
[15] Horton encuentra inspiración en Bill Hoffenberg (Presidente del Real Colegio de Médicos de 1983 a 1989, activo contra el apartheid y contra la guerra nuclear) y en Amartya Sen.