La Real Fábrica de Relojes y la Real Escuela de Relojería

Se fundaron por iniciativa real en la corte de Carlos III.Tanto este rey como su hijo Carlos IV eran muy aficionados a la relojería, y para sus colecciones de relojes solían recurrir a relojeros británicos como John Ellicott o a relojeros franceses.[1]​ La Real Escuela fue dirigida por el sacerdote Vicente Sion y contaba con el maestro suizo Abrabam Matthey.Compitieron por dirigir la Real Fábrica Manuel Gutiérrez y los franceses hermanos Chârost (Felipe Charost y Pedro Charost, que en 1756 habían construido un reloj astronómico para uso de la marina y la artillería españolas).[4]​ Se editaron tres libros sobre el tema de la relojería en la España el siglo XVIII.