Por tanto, y a causa del fenómeno de ósmosis, el agua del líquido intersticial intenta entrar en los vasos sanguíneos para compensar este déficit, aumentando la presión en el interior de los mismos.
[1] Oncótico deriva del griego antiguo ογκος, onkos («tamaño de un cuerpo; volumen, masa»), con el sufijo -ico, del griego ικός, -ikos («relativo a, que es propio de»).
Coloidosmótico viene de coloide y osmótico (esta derivada del griego osmosis con el sufijo -tico).
Al ser los capilares sanguíneos poco permeables a las grandes proteínas plasmáticas, como es el caso de la albúmina, éstas suelen permanecer en el plasma sanguíneo, resultando menos abundantes en el líquido intersticial.
La pared capilar es semipermeable (permeable al agua pero impermeable a las proteínas plasmáticas).