El segundo rasgo se refiere a la producción de un determinado valor de la obra, donde es avalada por los especialistas, cuyo criterio garantiza su transmisión a las futuras generaciones.
“Así durante su trabajo, el espíritu se dirige y vuelve a dirigir incesantemente de él Mismo al Otro, y modifica lo que produce su ser más interior, mediante esa sensación particular del juicio de terceros”(112).
No obstante, de tal acotación, Valéry señala que los juicios producidos entre el productor, la obra y el autor son ilusiones, y que solo produce reflexionen inválidas.
Esto quiere decir que la obra será tratada con observaciones inmediatas.
Estudiar el metro, o si tal figura retórica ha aparecido en determinada época.
Por ejemplo, un poema escrito solo es una escritura que no se diferencia de otras.
Más bien estas potencias se nos presenta como un decorado que han producido en nosotros es el resultado de modificaciones interiores, tan desordenadas, pero resolviéndose en que una acción exterior resuelve si es un estado de indeterminación(119).
Pero la mente tiene artificios lógicos, y bajo los conceptos, bajo la operación del espíritu se coce una duración independiente de las vicisitudes del espíritu a esos objetos espirituales.
Como un pensamiento en el que se trata de sujetar, pero no nos pertenece, más bien es fugaz.
Y se detiene en el mismo momento que hemos terminado.
Por eso Valéry entiende esa incapacidad porque no alcanzamos nosotros lo que esperamos obtener.
Estas ansias de desear, nos da como recompensa el amor de la cautividad y el sentimiento de un conocimiento inmediato, y da una energía más favorable a los recursos orgánicos: “ Entonces, cuando más damos, más queremos dar, creyendo recibir.
Valéry propone estas explicaciones abiertas, simplemente rechazado otras condiciones simultáneas que atañe a la obra, para darle unidad.
Discursos como: musicales, racionales, significativa, sugestivas, etc. todas estas partes no tendrá una relación para decir sobre las obras del espíritu más bien, las entorpece y permite el libre decir de lo que yo quiero.