Pepe Iglesias

Un año más tarde debutó en el cine español con la película ¡Che, qué loco!, de Ramón Torrado, junto a Pepe Isbert y Emma Penella.

[1]​ Seguidamente, fue fichado por la Cadena SER y se convirtió en una de las estrellas radiofónicas más cotizadas en España.

Dotado de una asombrosa capacidad para interpretar a diferentes voces, atribuidas a diferentes personajes, como Don Tapadera y el Finado Fernández, que fue uno de los más populares, todos ellos conviviendo en un imaginario «Hotel la Sola Cama» (donde hay bronca toda la semana).

[2]​ Sus coletillas pronto pasaron al lenguaje cotidiano y era habitual escuchar frases que hizo famosas como Seré bereve... en lugar de Seré breve; está loca la pelota, ¡Ay, qué risibilidad me dan las cosas risibles!

Sin embargo, su forma de hacer reír, eminentemente lingüística, no superó la adaptación a los nuevos tiempos.