Viasa tuvo a Dhritarashtra, Pandú y Vidura mediante las esposas de su hermano muerto.
Tuvo a Shuka Deva Gosuami mediante su esposa, Pinjalā o Vatikā (hija del sabio Yabali)[8] Así Parashará era el bisabuelo de los dos gruposque pelearon en la batalla de Kuru Kshetra (contada en el Majábharata, los Kauravas y los Pāndavas.
Cuando amaneció, el jefe le ordenó a su hija virgen, la niña Satiávati, que cruzara al sabio en su bote de pesca.
El poderoso místico le prometió que, después de tener su hijo, ella seguiría siendo virgen.
De todos modos ella se siguió negando, aduciendo que —según las escrituras sagradas hindúes—, un bote era un lugar pecaminoso para concebir un hijo.
La niña todavía se negó una vez más, ya que estaban a la vista de las personas presentes en ambas riberas del río.
También sería conocido como Satiávatī Suta, Sātiávata y Sātiávateia (que significan ‘hijo de Satiávati‘).
Apenas nació, el bebé se convirtió en adulto y abandonó la isla por sus propios medios, adoptando la vida de un asceta.
En esa época se desconocían métodos efectivos de curación, por lo que quedó lisiado para siempre.