Según Iommi, la banda se había ido por unas cervezas y él empezó a tocar; no había grabadoras y tenía miedo de que se le olvidara, por lo que estuvo tocando el riff hasta que los demás volvieron.
Esta vez la canción nos traslada con su frenético riff a la desesperación existencial de un enfermo mental.
Es la primera canción en la que Black Sabbath trata el tema de la adicción a las drogas.
Se trata de ellos tomar drogas para olvidar las atrocidades de la guerra, sólo para verlo ponerse al día con ellos y poco a poco destruirlos desde adentro.
Es otra canción con un impecable trabajo del guitarrista Tony Iommi y con una letra que bromea respecto al abuso en el consumo de alucinógenos.
Todas las canciones escritas y compuestas por Iommi, Osbourne, Butler, Ward.