[1] Es sabido que en México, al no cumplir las familias de difuntos con una cuota o impuesto de sepultura, las autoridades locales proceden a exhumar los cadáveres que gozaban de sepultura.
Cerca del año 1865, cuando las autoridades locales procedieron a exhumar el cadáver del médico francés, Remigio Leroy, se percataron de que este, se había momificado en un proceso completamente natural, consistente en la deshidratación del cadáver.
Al cabo de un tiempo, se fueron descubriendo más de estos restos momificados, los cuales se depositaban en las catacumbas del lugar, que posteriormente se abrirían al público.
Dicho museo se ubica a espaldas de este cementerio.
[2] Al día de hoy, se han descubierto 111 cuerpos momificados en los 37,800 metros de extensión que conforman el panteón.