Es un arbusto dioico, de aspecto cytisoide o retamoide, con numerosas ramas estriadas longitudinalmente.
Las hojas son lineares, lanceoladas, coriáceas, persistentes, aunque a veces caedizas.
Forma parte de matorrales mediterráneos que sustituyen a quejigares, alcornocales y encinares.
Es una planta muy valiosa para los pájaros por sus bayas y la alimentación de los animales herbívoros en las zonas desérticas, como el Sahara.
Osyris alba fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 2: 1022, en el año 1753.