[1][2] La no ficción, que puede presentarse tanto objetiva como subjetivamente, es una de las dos principales divisiones de las narraciones (y, específicamente, prosa escritura),[3] la otra división tradicional es ficción, que contrasta con la no ficción al tratar con información, eventos y personajes que se espera sean parcialmente o en gran parte imaginarios.
El documental como género para el audiovisual intenta poner una mirada objetiva sobre la realidad y darnos un relato sobre ella.
Sin embargo este término no se le puede atribuir a un solo caso ya que al término se le puede englobar gran variedad de contenidos y significados.
El mundo proyectado es un modelo que se construye por medio de afirmaciones sobre la realidad.
A su vez, dentro el autor hace una distinción entre tres tipos de voces, una definida como voz formal (explica el mundo al espectador de forma unificadora y plena de sentido, propone argumentos definidos y favorece un estilo y narración clásica), una voz abierta (se presenta revestida de menos autoridad epistémica; no formula preguntas tan claras o no las responde tan claramente; y organiza el texto según estructuras parecidas a las del cine modernista), la voz poética (tiene la utilidad funcional de englobar a los textos que no caben en otras tipologías; el documental poético, el documental reflexivo, el cine vanguardista que utiliza elementos de la realidad, y hasta el modo paródico).
Los ejemplos literarios comunes de no ficción incluyen escritura expositiva, argumentos, artículos de opinión; ensayos sobre arte o literatura; biografías]; memorias; redacción científica, redacción técnica o publicaciones económicas (incluidas las electrónicas).
[7] Las revistas, fotografías, textos y diagramas, a menudo también se consideran no ficticias.
El problema está en que para lograr la objetividad el realizador se encuentra con distintos enfrentamientos.
Existen distintos niveles, por un lado un pacto con los sujetos partícipes del documental; va haber una influencia por la presencia de las cámaras además que el encuadre va a decidir qué mostrar y qué omitir; en el final parte en el proceso de seleccionar, ordenar, exponer, subrayar u omitir determinados elementos del material para convertir el mismo en una narración, también va afectar la representación.