En el modesto equipo serbio del AIK Backa Topola se vio en poco tiempo su capacidad goleadora anotando 68 goles en 76 partidos.
Su aportación a este equipo el primer año fue muy destacada, formando junto con Pedro Munitis el llamado Dúo sacapuntos, jugando 32 partidos todos ellos como titular, marcando 11 goles e interviniendo en innumerables jugadas bien sea provocando penaltis, dando el último pase (5 asistencias) o provocando faltas al borde del área.
Su aparición en el crucial choque de clasificación ante España en Madrid fue lo que le hizo dar un salto definitivo.
Žigić jugó un papel clave en el gol del empate de su equipo, dejándole a Mateja Kežman un buen balón que este no desperdició.
En los cinco partidos clasificatorios para la Eurocopa 2008 que ha disputado la selección serbia, Žigić marcó cuatro goles y fue expulsado con tarjeta roja directa en el último contra Kazajistán.