Néstor Lakoba

[2]​ Mandaba cajas de mandarinas a Moscú para Stalin y otros originarios del Cáucaso.[3]​ Lakoba consiguió posponer la colectivización durante su mandato en Abjasia, persuadiendo a Stalin para hacerlo gradualmente, en especial en algunas zonas.Le dijo a su amigo, el bolchevique georgiano de más alto nivel tras Stalin, Sergó Ordzhonikidze, que su principal rival, el jefe del Partido en Transcaucasia, Lavrenti Beria, conocido de ambos, que había estado haciendo comentarios extremadamente despectivos sobre Ordzhonikidze, tales como "en 1924 Sergó hubiese fusilado a todos los georgianos si no hubiese sido por mi"."[4]​ Beria y Lakoba se despreciaron mutuamente durante años, rivalidad deliberadamente animada por Stalin.Sin embargo, cuatro años después, Lakoba y su hermano fueron citados en la oficina central del Partido en Tiflis, y, según algunas fuentes, Néstor fue envenenado durante la comida con Beria, muriendo poco después.La prensa unos pocos días después anunció su muerte por ataque al corazón, aunque no tenía historial alguno de problemas cardíacos y tenía poco más de 40 años.En octubre de 1937, su hermano Mijaíl fue declarado culpable en un juicio "espectáculo" por participar en la conspiración, y fue fusilado.Mientras que los cargos contra los Lakoba eran falsos, Beria, como maestro de la provocación, organizó un incidente que llevó a Stalin a dar la aprobación para la liquidación de los restantes Lakoba.[9]​ El cargo de complot contra Stalin fue largamente preparado, remontándose a la preparación del panfleto hagiográfico "Stalin y Jashim", en el que Néstor Lakoba califica a Stalin como el "hombre más grande de todas las épocas que la historia da a la humanidad solo una vez cada cien o doscientos años".
Sariya y Néstor Lakoba en los años 1930.