Posiblemente, la primera colección de automóviles organizada como un museo fue el National Motor Museum, Beaulieu, que data de la década de 1950 y está situado en el centro de Inglaterra,[1] aunque ya desde la época eduardiana existían colecciones privadas promovidas por acaudalados entusiastas del mundo del motor.
La diferencia con otros museos temáticos, especialmente los dedicados a la técnica o al transporte, no siempre está claramente definida en los museos que no solo exhiben automóviles.
Aunque a mediados del siglo XX había menos de 30 de estos museos en toda Europa, a comienzos del siglo XXI los museos europeos son más de 150, y en todo el mundo se pueden contar por centenares.
[1] En los Estados Unidos también existe un gran número de estos museos (tanto grandes como pequeños), que figuran listados en una guía en línea.
[2] Entre estos museos se incluyen tanto grandes museos públicos con horarios de apertura fijos, como pequeñas colecciones privadas, algunas de las cuales solo abren con cita previa.