Monarquía parlamentaria
Aunque esta última tiene una característica muy distinta, y es que permite reservar una mayor capacidad y funciones al rey, que retiene gran parte del poder, por ejemplo, controlando al poder ejecutivo.En la mayoría de las monarquías parlamentarias actuales la autonomía y poderes del monarca están muy limitados y recortados, pudiendo el Parlamento en cualquier momento tomar decisiones que obliguen a su cumplimiento por parte del Rey.Las excepciones a estas limitaciones generalizadas son puras reminiscencias históricas que se mantienen por tradición en algunas monarquías más antiguas, aunque normalmente se refieren a temas de poca trascendencia para la vida política del país.En este tipo de sistema político, el monarca sanciona las leyes y decretos que le son presentados para firmar por parte del Gobierno y Parlamento.Algunas Monarquías Constitucionales «prepararon el camino a la Monarquía Parlamentaria porque sus Monarcas fueron liberales: aunque sus respectivas Constituciones establecían su soberanía compartida con el Parlamento, dieron primacía no solo a este último, sino al pueblo cuya soberanía reconocieron».