Han sido explotadas sin interrupción desde el siglo XIII, y aún hoy en día siguen produciendo sal de mesa.
La más antigua está en Bochnia, también en Polonia, a veinte kilómetros de Wieliczka.
A lo largo de los siglos, célebres personajes han visitado las minas, entre los que cabe citar a Nicolás Copérnico, Johann Wolfgang von Goethe, Alexander von Humboldt, Dimitri Mendeleyev, Ignacy Jan Paderewski, Robert Baden-Powell, Karol Wojtyła, Bill Clinton, así como muchas testas coronadas.
[2] Sin embargo, la producción nunca se llevó a cabo debido al avance soviético en las cercanías.
Algunas máquinas y equipamiento fueron desmantelados, incluyendo una grúa eléctrica que fue transportada a Liebenau en la cordillera de los Sudetes.