Se graduó en Ciencias Políticas por la Swarthmore College y, tras pasar por las Fuerzas Armadas, estudió Derecho en la Universidad de Harvard.
Había ganado la elección presentándose como un "reformador", prometiendo no subir los impuestos para equilibrar el presupuesto y prometiendo desmantelar la Metropolitan District Commission, un costoso gigante burocrático encargado de la gestión de los parques, reservas o autopistas del Estado.
Logró sacar al Estado de la crisis financiera, en el plano fiscal logró reducir impuestos estatales a la mitad y bonificando los impuestos la compra de la primer vivienda, mientras duplicó el presupuesto en educación y policía estatal.
King se hizo con la nominación del partido y ganó las elecciones a gobernador.
Las bases liberales del Partido Demócrata a nivel nacional se movilizaron para intentar derrotar a King, que había gobernado como un conservador fiscal reduciendo el gasto social, y vieron en un resurgido Dukakis la mejor oportunidad para hacerlo.
Su campaña se centró en la promoción del "Massachusetts Miracle" y su imagen de buen gestor.
Pero la reputación de Hart pronto se vio perjudicada por un escándalo sexual que arruinó su carrera, y el gobernador Cuomo optó por no presentarse a las elecciones a pesar de los esfuerzos del aparato del Partido Demócrata para que se postulase.
Esto dejó un escenario muy abierto en el que distintos candidatos poco conocidos luchaban por convertirse en el nuevo favorito.
Después ganó la primaria de Minnesota y quedó segundo en Dakota del Sur.
El gobernador Dukakis fue nominado candidato presidencial por la Convención Demócrata reunida en Atlanta en julio de 1988.
Como candidato a la vicepresidencia escogió al veterano senador Lloyd Bentsen, de Texas, en un intento por cubrir las carencias que había demostrado durante las primarias en toda la región del Sur y el Oeste.
En una primera etapa, Dukakis supo aprovechar el desfondamiento de la Administración Reagan para mantener el impulso renovador entre el electorado.
Dukakis no se recuperó del golpe y en ningún momento supo reaccionar.
En ese momento, su escaso atractivo de imagen se hizo más evidente y no consiguió volver a conectar con el votante independiente.
A pesar de la derrota, Dukakis perdió por una diferencia menor que Walter Mondale (17,8%), y Jimmy Carter (9,7%).