Metanarrativa

El prefijo meta significa «más allá», y una narrativa es una historia.

Según el planteamiento crítico de la metanarrativa propuesto por Lyotard, los metarrelatos son asumidos como discursos totalizantes y multiabarcadores, en los que se asume la comprensión de hechos de carácter científico, histórico, religioso y social de forma absolutista, pretendiendo dar respuesta y solución a toda contingencia.

Un ejemplo recurrente, que remite constantemente a este sistema de interpretación sistematizado y totalizante, es el propuesto por Hegel.

La ciencia occidental, nemotécnica, taxonomista, empirista y utilitaria, que ha asumido una supuesta soberanía en torno a su razón, pretendidamente neutra, rigurosa y universal, es otro claro ejemplo de metarrelato, que incluso podría definirse como un meta-metarrelato que involucra a su vez metarrelatos particulares que contemplan el mundo y las esencias de las cosas desde posiciones independientes, ofreciendo sorprendentes soluciones a los interminables problemas humanos, y que en la actualidad algunos piensan que está en crisis, e incluso en varios sectores intelectuales es identificada como uno más de los mitos modernos.

Por ejemplo, pensadores como Alex Callinicos[1]​ y Jürgen Habermas[2]​ argumentan que la descripción de Lyotard del mundo postmoderno, como contenedor de una «incredulidad hacia las metanarrativas», puede ser vista como una narrativa por sí misma.