Inventada en 1932 por Gustav Tauschek, en Austria, fue extensamente usada en los años 1950 y 1960.
La superficie del tambor magnético se podía magnetizar debido al material que lo rodeaba.
Se almacenaban los datos en pistas paralelas sobre la superficie del tambor.
Un tambor es un gran cilindro metálico cuya superficie exterior está recubierta por un material ferromagnético.
Entonces, situaban la instrucción siguiente en el tambor de forma que pasara bajo los cabezales en ese preciso instante.
En una unidad de disco duro moderno, hay un retraso en la lectura y escritura de datos, esta demora es incluida a la hora de posicionar la cabeza sobre la pista deseada (tiempo de búsqueda), más el tiempo que demora en que los datos que se desean giren a la posición bajo la cabeza (latencia rotacional), mientras que el rendimiento de un tambor con una cabeza por pista se determina casi en su totalidad por la latencia rotacional.