Medicamento de venta libre

Han sido autorizados expresamente como tales por las autoridades sanitarias de cada país.

Asimismo, en América Latina algunos países realizan campañas (por ejemplo, en Colombia[3]​), para difundir la diferencia entre medicamentos de venta libre y medicamentos que requieren una prescripción o receta médica para su adquisición.

Conforman, según lo manifestado por la Organización Mundial de la Salud, uno de los pilares del autocuidado: ”lo que las personas hacen por sí mismas para mantener su salud, prevenir y tratar la enfermedad”;[4]​ dentro del marco de lo que se denomina automedicación responsable, en la que el consumidor/usuario trata sus enfermedades o síntomas con medicamentos que han sido aprobados, están disponibles para la venta sin prescripción o receta médica y son seguros y eficaces cuando se usan en las condiciones establecidas.

Es por lo tanto una actividad legal, pero requiere información calificada e independiente para poder tomar buenas decisiones.

[5]​ Lo anterior es distinto a la automedicación, la cual consiste en la adquisición de medicamentos que requieren prescripción o sin contar con ella.