Max Boot
[5] Actualmente, Boot y su familia viven en el estado de Nueva York.[6] Es consultor del Ejército de los Estados Unidos y es disertante regular en instituciones militares estadounidenses como el Army War Colleg y el Command and General Staff College.Luego pasó a The Wall Street Journal por los siguientes ocho años.[3] Allí escribió una columna investigativa titulada 'Rule of Law' (Estado de Derecho en español) sobre temas legales.Dijo que los jueces han expandido su campo de operación en forma injusta para obtener mayor fama e influencia, sin tomar en cuenta los temas socioeconómicos más extensos a los que sus acciones afecten.[9] Boot dejó el WSJ en 2002, y luego de unió al Council on Foreign Relations.[10] Boot escribió Savage Wars of Peace, un estudio sobre guerras pequeñas en la historia estadounidense en 2002.[12] Benjamin Schwarz argumentó en el The New York Times que Boot pidió al Ejército de los Estados Unidos que realice una "tarea casi imposible", criticó al libro por no ser "nada revelador".[11] Victor Davis Hanson de History News Network le dio una reseña positiva, diciendo que "La narrativa bien escrita de Boot no solo es fascinante para leer, sino que también es didáctica".[3] También trabajó como miembro del Project for the New American Century (PNAC) en 2004.[19][20] Publicó su más reciente libro, War Made New, el cual es un análisis de las revoluciones en tecnología militar desde 1500, en 2006.[3] La tesis central del libro es que un ejército es exitoso cuando tiene las estructurasy administración dinámicas y visionarias para explotar nuevas tecnologías.[21] El libro fue elogiado por Josiah Bunting III en The New York Times, quien lo llamó "magistral y poco usual",[22] y fue criticado por Martin Sieffin en The American Conservative, quien lo llamó "tremendamente superficial".[26] Indicó en un editorial en el World Affairs Journal que veía fuertes similitudes entre Theodore Roosevelt y McCain.En tercer lugar, Boot argumentó que "entrenar y equipar a aliados confiables de la oposición interna en Siria" podría ayudar a "crear un escudo en contra de grupos extremistas como Al Qaeda".Solía considerarse un conservador social, pero ha moderado sus posiciones con el paso del tiempo.[2] Es un "influyente autor neoconservador y experto en políticas públicas, además de ser historiador militar", según The New York Times.Al respecto, ha escrito "a diferencia de los colonialistas europeos del siglo XIX, nosotros no buscamos imponer nuestro control en forma permanente.Los autores argumentaron que Boot y otras figuras trasgiversaban en forma deshonesta la política exterior estadounidense, alejándola de sus intereses nacionales.