Mario Bermejo

Este fichaje se produjo gracias a que la familia paterna, incluido su padre, eran naturales de Bilbao.

En la liguilla tendría como rivales a Córdoba, Cartagonova y Racing de Ferrol, en un grupo en el que acabarían ascendiendo los cordobeses.

Su gran rendimiento le sirvió para ser cedido en el mercado de invierno al Eibar, con el que jugó en la segunda vuelta del campeonato, debutando en Segunda División y disputando un total de 15 partidos jugados, en los que logró un gol ante el Villarreal en la 27.ª jornada, concluyendo la liga con los eibarreses en 11.ª posición.

En la liguilla tendría como rivales a Getafe, Motril y Cultural Leonesa, en un grupo en el que acabarían ascendiendo los madrileños.

Su extraordinario rendimiento en tierras catalanas le sirvieron para, en la temporada 2002-03, fichar por el Recreativo de Huelva, recién ascendido a Primera División.

Con el conjunto almeriense, Mario sí que logró el ascenso a la máxima categoría aunque fue un jugador habitualmente utilizado para las segundas partes.

Con este equipo sufrió el descenso a Segunda B, después de haber logrado cinco goles en 35 partidos.

En la temporada 2008-09 rescindió su contrato con el Almería para fichar por el Xerez CD,[6]​ equipo de Segunda División, con el que volvería a tener un papel determinante.