María Eugenia de Jesús

Entre ellos está el padre Combalot, al que oye predicar en San Sulpicio en marzo de 1837.

En octubre de 1838, se encontrará con el P. d’Alzon que fundará los Asuncionistas en 1845.

Vencida por una parálisis en 1897, no le quedará más que su mirada para expresar esa bondad.

Ana Eugenia amaba la vida, el mundo a su alrededor y en ella misma.

Dios se da a conocer como el Grande- la inmensidad de Dios-el completamente Otro.

se compromete uno más estrechamente a imitarle y esto dice todo, porque la vida de N.S.

Hoy apenas veo una persona de las que conocí en mi niñez: familia, pasión, casa, todo ha cambiado.

Decidieron adoptar una niña y pensaron en Filipinas pues era más fácil obtener la adopción que en Francia.

La familia volvió muy triste y en los días anteriores a la llegada del matrimonio francés, la cuidaron lo mejor posible.

Ana Eugenia no parecía en absoluto estar destinada a trazar un nuevo camino espiritual.

La bondad, la generosidad, la rectitud y la sencillez aprendidas junto a su madre le harán decir más adelante que su educación era más cristiana que la de muchos católicos muy piadosos de su tiempo.

La costumbre hacía que, como su contemporánea George Sand, Ana Eugenia asistiese a Misa los días de fiesta.

Su primera comunión, sin embargo, fue una gran experiencia mística que le reveló todo el secreto del futuro.

Así, después de su conversión, escribirá que en realidad, Cristo no contaba nada en su formación.

Eugenia era madura para su edad, sabrá ocultar sus sentimientos y hacer frente a lo que venga.

Su palabra penetra en el corazón de Eugenia, responde a sus preguntas y despierta su generosidad.

Estaba realmente convertida, escribe, y había concebido el deseo de dar todas mis fuerzas o más bien toda mi debilidad a esta Iglesia que desde ahora a mis ojos era la única que aquí abajo tenía el secreto y el poder del bien.

Madre Maria Eugenia: Superiora General Fundadora, después Superiora General responde con prontitud a las peticiones de los obispos para contribuir a la transformación de la sociedad, en el mundo, por la educación.

Mª Eugenia de Jesús ha tenido una vida larga, que casi ha llenado el siglo XIX.

En 1845, fundó los Agustinos de la Asunción y los dos fundadores se ayudaron mutuamente en muchos aspectos durante cuarenta años.

Los dos tenían un don de amistad y han trabajado en la Iglesia con muchos seglares.

En 1878, rica en experiencia de 40 años a la cabeza de las Religiosas de la Asunción, la M. Mª Eugenia se puso a reflexionar sobre el camino recorrido, el camino que el Señor le había encomendado para trazarlo con sus hermanas, con la Orden Tercera y con amigos: las actitudes y los medios que les habían ayudado, las convicciones y los criterios que les guiaron, lo que el Señor había hecho en ellas y en la Congregación.

La palabra del P. Lacordaire ilumina su camino: "Me sentí realmente convertida y concebí el deseo de dar todas mis fuerzas, o más bien mi debilidad, a esta Iglesia que en adelante a mis ojos era la única que poseía aquí abajo el secreto y el poder del bien."

Cuaresma 1837 Ana Eugenia encuentra al P. Combalot que le orienta hacia la fundación de una nueva Congregación.

El Carisma fundador que el Espíritu suscitó a María Eugenia y a las primeras hermanas, ponen los cimientos de este particular camino de vida evangélica que llamamos "Asunción".

Unos fundamentos que en los primeros tiempos se iban cuajando gracias a la vida, al discernimiento y a la reflexión de esta pequeña comunidad fundadora; y que hoy forman nuestra Tradición escrita.

Urge hacer un capítulo especial ante la situación de Francia, las leyes son hostiles a la Iglesia.

En este capítulo dimite María Eugenia y es elegida como vicaria Mere Celestine, hasta entonces superiora en Madrid.

Y la pasión por el Reino nacía así justamente de la vida contemplativa.

La filosofía educativa actualiza el ideal de María Eugenia, pretendiendo preparar, propiciar y facilitar, a todas las personas con las que se trabaja, un encuentro personal con Jesucristo para que su vida llegue a tener una influencia evangélica y transformadora en la sociedad.

Mª Eugenia de Jesús , fotografía expuesta en la capilla del Colegio de La Asunción, Málaga .