Marco Antonio Barrera

En 1991 tuvo siete peleas, derrotando a boxeadores como Abel Hinojosa, Javier Díaz y otros.

En este momento, la prensa del deporte lo llamaba "El próximo Julio César Chávez".

Barrera llevó al suelo a Toledo dos veces hasta que se detuviera la pelea.

En su próximo combate, ganó una decisión unánime en doce asaltos al futuro campeón Agapito Sánchez.

Después, derrotó al excampeón Jesse Benavides por nocaut en el tercer asalto.

Barrera cayó a la lona en el quinto asalto, pero fue declarado perdedor por descalificación, ya que su esquina se subió al ring para detener la pelea.

Barrera fue derrotado por decisión unánime y se retiró del boxeo.

Barrera anunció un regreso en 1998, y comenzó derrotando a Ángel Rosario por nocaut en el quinto asalto.

El 18 de diciembre, derrotó a César Nájera en cuatro asaltos en California.

La OMB permitió a Barrera retener su título peso súpergallo y lo defendió tres veces.

En su próximo combate, derrotó a José Luis Valbuena (18-1-1) por decisión unánime en doce asaltos.

El 7 de noviembre, que derrotó al ex cinco veces campeón mundial Johnny Tapia por decisión unánime en 12 asaltos.

En el asalto número once la esquina de Barerra tiró la toalla dándole a Pacquiao su tercer campeonato mundial en una tercera división.

Barrera se convirtió en campeón mundial en tres divisiones al derrotar a Morales, en una decisión mayoritaria.

Incluso con Barrera entrado en años, el combate era visto como la mayor prueba en la carrera del joven británico hasta el momento.

Rojas fue descalificado por un cabezazo que dejó a Barrera con una cortada sobre el ojo izquierdo.

El corte pudo haber puesto en peligro el combate programado de Barrera contra Khan.

En la primera ronda, los dos boxeadores chocaron cabezas, resultando en una profunda herida sobre la frente de Barrera, que sangró durante todo el combate.

El árbitro Dave Parris, sin embargo, esperó hasta mitad del cuarto asalto antes de pedirle al médico que examinara la herida.