Es considerada mártir y venerada como beata en la Iglesia católica.
Finalmente fue trasladada a la casa central de Barcelona en 1920, donde permaneció hasta sus últimos días.
Al día siguiente fueron fusiladas y abandonadas en la calle.
Joaquina sobrevivió a los impactos, mientras que Mercedes murió inmediatamente.
[3] La Iglesia católica celebra la fiesta la beata María Mercedes del Sagrado Corazón el 6 de noviembre, también se recuerda el 24 de julio en el martirologio romano.