María Silva
Sus comienzos como modelo le abrieron las puertas del cine, medio en el que debuta en 1959, bajo el nombre artístico de Mara Silva.Interviene, siempre en pequeños papeles, en películas como Don José, Pepe y Pepito (1959) o Margarita se llama mi amor (1961).A lo largo de la década de los sesenta va ganando posiciones en el panorama cinematográfico, en cierta medida, beneficiada por su físico exuberante, rodando varios spaghetti western como La venganza del Zorro (1962) o su secuela Cabalgando hacia la muerte (El Zorro) (1962) y thrillers como El sátiro (1970).Desde ese momento, y pese a que durante un tiempo siguió rodando para la pantalla grande, centró casi toda su actividad profesional en televisión, si bien con incursiones en los escenarios (Los peces rojos, 1973, de Jean Anouilh; Los japoneses no esperan, 1979, de Ricardo Talesnik;[2]) Un espíritu burlón, 1982, de Noël Coward; Casado de día, soltero de noche, 1983, de Julio Mathias).Para la pequeña pantalla, cabe mencionar su participación en las series Juan y Manuela (1973), con guiones de Ana Diosdado, Curro Jiménez (La Media Luna, 1978) , Veraneantes (1985) o Taller mecánico (1991), de Mariano Ozores.