Mandrágora (novela)

Esa misma noche, poco antes del amanecer, Miriam se despierta de una extraña pesadilla en la que una mujer repetía la palabra Mandrágora.

En los días sucesivos, Miriam conoce la corte y notando las diferencias que la separan de los otros jóvenes, se enemista aún más profundamente con la princesa y sus doncellas, sigue teniendo a la mujer en sus pesadillas e investiga sobre las propiedades de la mandrágora.

En ese momento, al sabio le asalta su homólogo, Nemesius, y ambos se enzarzan en una batalla dialéctica de citas latinas.

Mientras tanto, Miriam, eclipsada por las mucho más refinadas damas presentes, es abordada por Santiago, pero acaban discutiendo y ella abandona el baile.

La justa transcurrió con normalidad hasta que un caballero, completamente cubierto por su armadura y al que se creía muerto, se batió contra el príncipe Marco con claras intenciones asesinas y, cuando se disponía a asestarle el golpe que acabaría con su vida, comenzó a mostrar síntomas de desorientación y huyó del recinto.

Al consultar a Zacarías, este concluye que Cornelius planea crear un ejército de caballeros espectrales, es decir, almas de caballeros muertos encerrados en sus armaduras, y que necesita un capitán vivo para dirigirlos.

Los dos jóvenes deciden investigar los pasadizos del castillo, pero en ese momento les interrumpe el príncipe Marco, buscando a Santiago; al ver la actitud de Miriam, Santiago se da cuenta de que está enamorada del príncipe y, cuando se lo comenta, ella descubre que Santiago está a su vez enamorado de ella.

Incapaz de aceptarlo, Miriam vuelve al castillo y decide no preparar el filtro.

En ese momento, al sabio y a su hija les llega un requerimiento de parte del rey Héctor para comparecer ante él.

Así, mientras el ejército del rey pierde ante el de los caballeros espectrales, Miriam se dirige al bosque para pedir ayuda a las Guardianas del Bosque y Zacarías a la ciudad en busca de Cornelius.

No obstante, gracias a la distracción provocada por la lucha entre Zacarías y Cornelius, este pierde el control sobre los mismos y quedan momentáneamente desorientados, lo que es aprovechado por el joven para dejar al conde fuera de combate.