La música tibetana refleja la herencia cultural de la región trans himalaya, cuyo centro es el Tíbet, aunque también comprende aquellos otros grupos étnicos tibetanos diseminados en India, Bután y Nepal.
La música tibetana es ante todo una música religiosa, lo que muestra la profunda influencia del chamanismo del bön y del budismo tibetano en la cultura.
Esta música no ha sido accesible sino que a partir de la anexión china de 1959.
Ella se divide en varios géneros.
Se trata de cánticos litúrgicos practicados por los monjes, con el fin de obtener la iluminación.