Lira bizantina

[5]​ El uso de esa lira se expandió rápidamente gracias a las rutas comerciales, pues en Bizancio confluían tres continentes; en los siglos XI y XII, los cronistas europeos utilizaban indistintamente los términos fidula y lyra para referirse a instrumentos de cuerda frotada.

[6]​ Mientras tanto, el rabāb, el instrumento de cuerda frotada del mundo islámico, fue introducido en Occidente, merced a la conquista de la península ibérica, y ambos instrumentos se popularizaron a lo largo de toda Europa, dando origen al rabel, al talharpa escandinavo e islandés, y al crwth celta.

Empero, las cuerdas eran tocadas lateralmente con las uñas, y no presionadas desde lo alto con la yema de los dedos, como en el caso del violín.

La caja carece de eses (agujeros), pero eso podría deberse a una estilización por parte del tallador.

La lira cretense es la variedad más extendida, pero su manufactura se ha visto influenciada por aquella del violín.

La representación más antigua que se conoce de una lira bizantina, grabada en un sarcófago de marfil (900-1100 d. C.), en el Palazzo del Podestà (Florencia) [ 1 ]
Kemanche clásica (armudî kemençe).
Vista lateral.