La producción musical estuvo a cargo de Julio Barragán.
Esta apasionante historia hace referencia a una familia cruceña, bien acomodada, de principios del siglo pasado, que vive atormentada por una enfermedad hereditaria muy común en los pueblos sudamericanos de aquella época: la locura.
La demencia de Fabián Aguilera es el eje central del argumento y la única persona de su entorno familiar que no está loca, es su padre, que tiene que lidiar con él cuando sus ataques de locura arrecian y su apetito sexual se vuelve incontrolables.
Este hombre, privilegiado por el dinero y el poder, no hace concesiones a la vida y decide bebérsela de un trago o sucumbir por ella.
Su repulsiva lujuria, junto a sus frecuentes ataques de locura, hace de esta historia, un drama desgarrador que en alguna medida representa los conflictos sociales que se vivían en nuestra vieja Santa Cruz.