Pocas semanas después de lograr este último título, el Vigo Sporting se fusionó con su histórico rival ciudadano, el Real Fortuna, dando origen al Real Club Celta de Vigo.
[2][3] La federación autonómica envió un escrito de protesta a la española, pero ésta se reafirmó en su decisión,[4] por lo que la federación regional convocó una asemblea extraordinaria[5] en la que se acordó por mayoría aceptar el veredicto de la estatal.
[6] Tras finalizar dicha inhabilitación, Otero jugó en el Deportivo de La Coruña hasta su retirada, en 1930.
[9] En 1933 su carrera fue reconocida por la Federación Española de Fútbol con la medalla al mérito deportivo.
[11] Por su parte, el Real Club Deportivo recuerda su memoria con un monolito en las inmediaciones del Estadio de Riazor.