Los dibujos de Bruno Kulczewski

Pero, según la datación irrefutable de los forenses, los restos fueron enterrados entre los años 50 o 60.

Los papeles, junto a las declaraciones de la partera Uldecinda Mancilla (que no fueron tomadas en serio en la época en que se encontraron las osamentas), dan origen a una nueva explicación -más macabra y misteriosa- acerca del origen de los cráneos infantiles.

La película, que para sus autores era un primer trabajo experimental en formato cine,[2]​ se realizó con el apoyo del Fondart, un fondo concursable estatal de apoyo a la creación artística.

Fue filmada en película, aunque también se hicieron grabaciones en con viejas cámaras de vídeo, que permitieron recrear imágenes de archivo, con notas periodísticas ambientadas en 1985.

[13]​ Tras las primeras funciones, se extendió la creencia de que el documental era real.