Real Liga Naval Española
La pérdida del último reducto colonial español afectó al país en varios aspectos: El desastre del 98 va a suponer para España aceptar la triste realidad de verse convertida en una potencia de segundo orden en el concierto internacional.Por lo que respecta a la Marina Mercante española, esta se componía de una flota, que en términos de tonelaje, apenas significaba un 3% en el contexto mercante internacional.En esta reunión, Navarrete consigue convencer a los asistentes para constituir una liga naval al estilo de las ya existentes en otras naciones.La Liga se convierte, a partir de este momento, en el intermediario natural entre los distintos sectores marítimos y la Administración.La primera ley que alienta la Liga Marítima Española, aunque anterior a la llegada de Maura al poder, es una ley arancelaria promulgada en 1906 y que será conocida popularmente como el arancel Salvador.El arancel en cuestión se dibujaba en contornos similares al anterior arancel Cánovas de 1891 y respondía a esquemas similares a los existentes en el resto de países europeos.Un año más tarde, en 1908, ve la luz la tercera ley alentada por la Liga Marítima.Los acorazados proyectados eran buques que nacían ya obsoletos al contemplar en sus especificaciones técnicas poco andar, escasa coraza, falta de tonelaje y escasez de armamento.España vivió, durante este período bélico, años de esplendor para la industria exportadora y, consecuentemente, años de escasez y carestía en el mercado interior.Finalmente, la oposición de la Liga Marítima a estas leyes será determinante para impedir su aplicación.En su conjunto, los buques proyectados, pese a sus deficiencias de concepción estratégica, respondían a estándares modernos, que sólo una ineficiente industria de la construcción naval española acabaría convirtiendo en buques obsoletos.Baste recordar que la mayor parte de estos buques tardaron casi ocho años en entrar en servicio, y cuando lo hicieron, sus especificaciones técnicas ya solo respondían a exigencias del pasado.Baste señalar que los cruceros Baleares y Canarias no entrarían en servicio hasta el año 1936, diez años después de proyectados.Si bien es cierto que, durante los años de la República, la Liga Marítima apoyó un modesto plan naval republicano.El estallido de la Guerra Civil impedirá que este plan vea la luz, con excepción de 4 minadores que entrarán en servicio en 1937 (Júpiter, Vulcano, Marte y Neptuno).