Si bien no hay una licencia acordada universalmente, varias licencias tienen como objetivo otorgar los mismos derechos que se aplicarían a una obra de dominio público.
En 2009, Creative Commons lanzó CC0, que se creó para la compatibilidad con las jurisdicciones donde la dedicación al dominio público es problemática, como en Europa continental.
En 2004, el abogado Lawrence Rosen argumentó en el ensayo "¿Por qué el dominio público no es una licencia?"
Esta cláusula se agregó teniendo en cuenta los datos científicos en lugar del software, pero algunos miembros del OSI creían que podría debilitar las defensas de los usuarios contra las patentes de software.
Como resultado, Creative Commons retiró su presentación, y la licencia no está actualmente aprobada por la OSI.