Las tres hermanas viven bajo el cuidado de Inés, su nana, quien las quiere y las protege como si fuese su propia madre.
Diana, la mayor de las tres hermanas, nunca ha podido perdonarle a su padre que se haya casado con Déborah Piñeiro, de quien Diana nunca se ha fiado por considerarla ambiciosa y oportunista; por ello vive en constantes disgustos con su padre.
Por ello decide romper su compromiso con Elías para vivir su amor con Alejandro aun en contra de los designios de su padre, pero Déborah se ensaña con la pareja e idea un plan para hacerle creer a Diana que Alejandro la acosa provocando que los vea besándose desnudos en el río.
Dolida y dejándose llevar por su orgullo, decide romper su relación con Alejandro creyendo que la ha traicionado.
Casandra se emplea en la constructora Mendoza, en donde conoce a Eduardo Mendoza, un hombre mucho mayor que ella y quienes se terminan enamorando; sin embargo, la familia Mendoza odia a Victoriano y a toda su familia por creerlo el culpable del asesinato de Vicente, el hijo mayor de la familia, quienes en el pasado no sólo compartían una fuerte amistad sino también diversos negocios.