La Guerra de los Antartes

Los herederos de Oesterheld facilitaron los guiones originales al investigador Mariano Chinelli.

Los invasores pronto establecen una gran base en la Antártida, y las grandes potencias la atacan con todos los armamentos disponibles.

Sin embargo, todos los embates resultan inútiles: una invisible coraza de ondas electromagnéticas protege a la base.

Los invasores, entonces, intervienen todos los medios de comunicación globales y demandan la “rendición incondicional” del planeta.

Los representantes de Estados Unidos y Rusia acceden a dichas condiciones.

Junto a Mateo, su hijo Lucas; el veterano Landi; Borel, perito en comunicaciones; el artesano Guzmán, Zelaski, experto en computadoras y el joven Pardo deciden hacerle frente al invasor.

Pero, en ese momento, los prisioneros son liberados por una orden telepática transmitida por los llamados Ultros, antiguos enemigos de los Antartes, Esa es la oportunidad que aprovechan Lucas y Mateo para eliminar a Konkur y a todos los tripulantes de la nave.

Ya no es una historia de ciencia ficción sino que lo fundamental es el planteamiento político donde la postura antiimperialista es más evidente: las grandes potencias llegan a bombardear Zaire porque sus gobernantes proponían un plan de resistencia contra los invasores.

Por sobre las actitudes de los extraterrestres, lo que se exhibe en la historieta son las reacciones humanas ante la invasión.

Y una vez que la aventura se traslada a Buenos Aires, es su padre, Mateo Torres, quien asume ese rol.

Para afianzarse militarmente aplastaron toda posible resistencia y ya empezaron a desmantelar el maravilloso mundo nuevo que en países como Argentina, Cuba y Perú se estaba terminando de forjar.