Un granjero y su esposa se encuentran con que una de sus gallinas pone huevos de oro.
No contentos con esperar a la puesta de la gallina, deciden matarla pensando que tiene oro en su interior.
Cuando descubren que no es así, caen en la cuenta de que mejor les habría valido conservar lo que tenían.
Esta fábula previene contra el vicio de la avaricia y la codicia.
[1] Su moraleja es que: Otra versión de la moraleja dice: De aquí se desprende el refrán popular «matar a la gallina de los huevos de oro» para denotar el hecho de acabar con la fuente de lo que producía abundancia o felicidad.