La Historia ésa, vista por Hollywood

[2]​ El título probablemente se debe a que la revista Can Can estaba centrada en el mundo del espectáculo, pero no hay mucha relación entre esta historieta y las películas de Hollywood, más allá de la posible burla de las superproducciones históricas.

Por ejemplo, en la página de Enrique VIII la narración nos dice que "apenas tomaba el alimento necesario para vivir", mientras que en la ilustración aparece tomando un festín pantagruélico.

Súmese a ello que en varias ocasiones Vázquez abordó la vida de personas anónimas e incluso la suya propia:[3]​ En la historieta de la serie correspondiente al número 5 de Can Can, Vázquez se puso a sí mismo como protagonista, parodiándose tal vez por primera vez en una página completa como un moroso impenitente en constante huida de sus acreedores, lo que más tarde explotaría en muchos otros trabajos suyos, especialmente en Los cuentos del Tío Vázquez (1968) o Yo, dibujante al por mayor (1982).

[5]​ La Historia ésa... se distingue también por presentar un marco de reminiscencias grecorromanas, que fuerza ya el primer anacronismo e impone una distancia cómica sobre su contenido.

"[2]​ Constituye además otro de los desafíos formales que Vázquez se imponía periódicamente a sí mismo.